Uea había enfrentado con resolución el acoso de su jefe hasta el momento en que piensa que ha perdido a King, que este puede casarse en un matrimonio concertado por su madre. Pero, ¿a qué viene este matrimonio concertado y citas a ciega en pleno siglo XXI y por una familia moderna y nada tradicional tailandesa? Me desconcierta aún más King, un joven tan independiente en lo económico, sin vínculos con su madre y resto de sus familiares (ni siquiera sus rostros se han visto ni una sola vez) y es evidente no existe prácticamente relación familiar alguna; tan independiente King en sus ideas al punto que no teme reconocer ante sus compañeros de trabajo que mantiene una relación homosexual con Uea, y no ha sido capaz de aclararle a su madre que no está interesado en un matrimonio concertado, que no le interesa acudir a citas a ciega, y mucho menos con una mujer, pues es gay y, de paso, ya está en una relación con una persona a la que ama. Qué manera tan burda, a mi juicio, de alargar la serie, de incorporarle nuevos conflictos y giros dramáticos. Y ese jefe de ellos, el señor Grip, que es rechazado una y otra vez por Uea, y aún sabiendo que está cometiendo un delito de acoso sexual en su centro laboral, y puede ser acusado por este motivo, un hombre evidentemente preparado, culto, refinado, sigue insistiendo como si Uea, el “objeto de su deseo”, fuera una marioneta a la que puede manipular a su antojo. ¿Cosas como estas suceden en una empresa tailandesa hoy?